La disfunción eréctil es un tema que puede resultar difícil de afrontar a algunos hombres, es un tema delicado que sobre el cual no muchos están abiertos a hablar, sin embargo existen muchas maneras y remedios para hacerle frente a esta situación desde casa. Hay que aclarar que siempre es válida y necesaria la opinión de tu médico respecto a cualquiera de estos remedios, quizás alguno tenga mejores resultados en ti que otros.
A continuación te mostramos algunas alternativas de remedios caseros y naturales que puedes intentar para tratar la disfunción eréctil.
Ejercicios Pélvicos
Estos ejercicios practicados con cierta regularidad son beneficiosos para nosotros porque mejoran el flujo de la sangre al cuerpo. Por eso si nuestro énfasis es mejorar la potencia sexual, entonces estos te servirán de ayuda, consisten básicamente en contraer el musculo pélvico por 15 segundos (como si aguantaras las ganas de orinar) y luego relájalo por 10 segundos, puedes hacer varias series.
Jugo de limón
Una sabrosa limonada puede no solo ayudarte con la sed, sino también con tu erección. Gracias a las propiedades del limón que mejoran el sistema circulatorio en general y por ende en la región del pene, recuerda que la erección se produce cuando un mayor flujo de sangre entra en los tejidos del pene. Puedes tomar un vaso de jugo de limón diluido en agua y azúcar (opcional) antes del desayuno. Además el jugo de limón en ayunas ayuda a eliminar la grasa abdominal.
Ajo
Al igual que el jugo de limón, el ajo tiene propiedades vasodilatadoras por lo que relaja los vasos sanguíneos mejorando la circulación de la sangre. Incluirlos en tu dienta puede ayudarte a mejorar tu erección, puedes incluirlos en tus comidas. Según algunos estudios también ayuda a pacientes con hipertensión arterial y ha demostrado ser efectivo en pacientes con diabetes que presentan disfunción eréctil.
Sandía o patilla
Algunos la conocen como “La Viagra Natural” esto es debido a su contenido de citrulina el cual es una sustancia que ayuda a relajar los vasos sanguíneos, incluso estudios científicos recientes demuestran que una rebanada de sandía puede tener efectos similares pero a baja escala que una de las famosas pastillas azules.
Aceite de oliva
Gracias a las propiedades de este aceite que ayuda a problemas vasculares y de colesterol, su efecto es muy bueno para la circulación y hace que mejore el flujo de sangre hacia el pene.
Se puede decir que el aceite de oliva también es un aliado para la disfunción eréctil, por lo cual es recomendable incluirlo en tu dieta, pero ojo no en exceso.
Café
Esto se debe por el efecto que la cafeína tiene en nuestro cuerpo, ya que esto permite que mejore el flujo sanguíneo por las arterias que rodean al pene mejorando la calidad de la erección, su efecto es similar al Viagra pero en una menor medida, sin embargo, esto no quiere decir que no sea efectiva.
Nueces y frutos secos
Los aminoácidos presentes en los frutos secos aumentan nuestro óxido nítrico, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y por ende el funcionamiento de la erección, ayudando incluso a llegar al orgasmo.
Esto y las grasas presentes en ellos son beneficiosas para nuestro organismo, por eso es recomendable incluir estos en la dieta diaria.
Naranjas, manzanas y otras frutas
Estudios recientes aplicados a de 20 mil hombres, revelaron que aquellos que consumían alimentos ricos en ciertos flavonoides, tenían menos riesgo de tener algún tipo de impotencia sexual.
Los Flavonoides se encuentran en frutas como la naranja, la manzana, las frutillas entre otros, y se creen que su función es la de relajar las arterias, por lo cual comer de estos frutos unas cuantas veces por semana pueden ayudarte a prevenir de padecer de disfunción eréctil.
Chocolate negro
Al igual que el anterior el chocolate oscuro es rico en flavonoides, lo que ayuda al flujo de la sangre hacia el pene. Aparte de esto también ayuda a la producción de óxido nítrico, el cual se encuentra presente en algunos fármacos utilizados para la disfunción eréctil.
El chocolate también es un conocido afrodisiaco y es muy utilizado en juegos sexuales, esto puede servirte de gran ayuda ya que los juegos relajan a la pareja y disminuyen las tensiones, dejándose llevar por el momento. De cualquiera de las 2 formas, te recomendamos que pruebes esta opción.
Vitamina D
Ya es bien sabido para el gremio científico que si un hombre quiere tener un correcto desempeño sexual, este no debe tener deficiencias de esta. La vitamina D en realidad es una hormona sintetizada por el cuerpo a través de la exposición a la luz solar, sin embargo existen alimentos y suplementos alimenticios de esta vitamina que pueden ayudarte.
Ya está demostrado que la deficiencia de esta vitamina está relacionado con la esterilidad y la disfunción eréctil. La vitamina D aumenta la producción de testosterona lo cual se traduce como mayor vitalidad y una mejoraría en el deseo y rendimiento sexual.
Meditar y hacer actividades relajantes
Cuando la disfunción eréctil se produce por factores psicológicos como estrés o ansiedad, entonces es mejor que tomes algo de tiempo de tu itinerario para hacer algo que te resulte relajante, puedes meditar, hacer yoga en casa, o cualquier otra actividad que te ayude liberarte de todo el estrés que acumulas, ya que de no hacerlo puede dificultar tu concentración en el sexo y distraerte con los problemas causando perdida de la erección.
Vino tinto
Ya es bien sabido los beneficios que el vino aporta a nuestro sistema cardiovascular, por lo que sus propiedades también mejoran la disfunción eréctil. Además, que compartir unas copas de vino andes de tener relaciones puede aligerar el ambiente y dejar que fluyan los deseos. Sin embargo el vino tiene grados de alcohol por el cual puede disfrutarse pero con moderación, así que cuidado con los excesos.
Cómo puedes observar son variadas las maneras en las que puedes mejorar tu desempeño sexual, todas están al alcance de tus manos y son lo suficientemente sencillas para que puedas aplicarlas poco a poco a tu estilo de vida sin problemas. Sin embargo si tu problema es persistente lo recomendable es que visites a un médico.